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El objetivo de Sérgio y Pedro, los propietarios del Résvés, era alejarse de los platos tradicionales y presentar una propuesta diferente a la gente de Guimarães. Siguiendo el concepto de compartir, aquí las comidas son largas y seguro que al final todos tendrán ganas de volver y recomendarlo a los amigos.

Résvés tiene una decoración moderna y los platos acompañan esa contemporaneidad no sólo con la reinvención de las opciones ya conocidas, sino también con diversas novedades que llegan a la mesa perfectamente confeccionadas. Los platos demuestran la pasión y dedicación por lo que se crea en Résvés y el toque final es maravilloso.

Situado en el centro histórico de Guimarães, Résvés es sin duda un restaurante que merece la pena visitar una y otra vez.

Probamos el scotch egg (con “alheira” y verdura), la barriga de cerdo (con teriyaki y jiaozis), las setas (con espárragos, parmesano y huevo), la crema de patata trufada (con huevo, espárragos y tocino ahumado) y el rosbif Résvés (que incluye rosbif de lomo, cebolla y salsa cheddar). Y, sinceramente, no conseguimos elegir nuestro favorito. De postre, sugerimos las tres opciones que conocemos: la mermelada con queso (que es mermelada de calabaza con queso chèvre y torta de aceite de oliva con nueces), el cheesecake “alagado” (de red velvet, ¡claro!) y el milhojas de guayaba y maracuyá.

La música ambiente en acústico es un detalle especial – no se mezcla en las conversaciones, pero puede dar origen a muchas de ellas, incluso porque en Résvés lo que importa es sentirse bien, sin darnos cuenta del tiempo que pasa y vivir un buen momento con buena comida y buenas conversaciones.

Sugerencia Cool: En Résvés puedes escoger y llevarte a casa una botella de vino. Para la cena, sugerimos que reserves porque no siempre es posible acoger a todos a los que les gustaría explorar la gastronomía de este lugar.